jueves, 29 de agosto de 2013

Calidad de los vehículos en América Latina: Ni en los hierros

Hace ya algunas semanas compartí un artículo en el que ponía en tela de juicio la calidad de los vehículos vendidos en Colombia respecto a las versiones que se comercializan en otros países... Dicho artículo lo titulé como "Vehículos nuevos en Colombia: ¿La chatarra del primer mundo?" y aunque quizá fuera muy despectivo en ese entonces, hoy tengo motivos para pensar que incluso puede ser peor.



Todo comenzó con una intercambio de mensajes específicamente con Kia Colombia. Yo, cuestionaba precisamente por qué la versión que comercializaban del Cerato Pro estaba tan distante y a su vez prehistórica respecto a la versión coreana original en términos de equipamiento y de por qué no comercializaban vehículos de corte netamente europeos como el galardonado Kia Ceed.

La respuesta fue "El mercado". Y es cierto, América Latina, como ya lo habíamos mencionado en el post anterior no es un mercado que exija más de los vehículos y se contentan en el mero hecho de tener uno... Eso sumado a la pobre regulación que permite que circulen sin ningún tipo de homologación o equipo de seguridad mínimo fuera de los cinturones de seguridad: De ahí en adelante es lujo.

Ahí entendí por qué marcas como Chevrolet y Renault poco hacen por mejorar sus carros: Motores heredados de viejas plataformas que nadie les impide montar puesto que no hay regulación oficial de emisiones como en Europa, equipamientos de seguridad prácticamente nulos, tecnología e innovación como un párrafo de sus valores empresariales y acabados desafortunados en sus vehículos tienen una explicación lógica: Costos.

Ya no tengo un odio irracional contra estas marcas, las entiendo y valoro su esfuerzo por motorizar el país, solo quise poner como ejemplo puntual las marcas nacionales más representativas, en un fenómeno de baja calidad que es una preocupante constante en el mercado latino... Por supuesto, carros baratos, son una estrategia difícil de derrotar, pues incluir mejores prestaciones de cualquier tipo inevitablemente conllevará a mayor inversión por lo que hay que acudir a la conciencia del comprador, conciencia de saber por qué está pagando y cómo ese valor se justifica a lo largo de la vida del vehículo. Nada que hacer.

Sin embargo, yo creía que las "Prestaciones limitadas" estaban marcados únicamente por la cantidad de equipamiento y calidad de los acabados hasta que me encontré un artículo de El Tiempo que dejó por debajo mi fe en la industria automotriz latina: Ni siquiera la calidad de los aceros y puntos de soldadura de lo más primario de un vehículo, su carrocería, en versión latina se puede equiparar con su hermano europeo.

Cito textualmente:

El llamado que hace Global Ncap a los gobiernos es que, si bien es importante que se exijan dispositivos como ABS y airbag (como requisito mínimo de seguridad), también es prioritario que el vehículo tenga una buena estructura. La recomendación es que los gobiernos tengan normas técnicas precisas sobre este tema, basados en la reglamentación UN 94 de las Naciones Unidas. “De nada sirve un airbag si la estructura no responde bien a un impacto”.
Durante la última prueba de impacto realizada por Latin Ncap en el laboratorio internacional Adac (Alemania), fueron analizados Nissan Tsuru (Sentra B13), Renault Clio Mio, Suzuki Alto K10 y Chevrolet Agile, todos del mercado de esta parte del mundo. Obtuvieron cero estrellas. El problema radica, principalmente, en la calidad de los aceros que se están utilizando, para la fabricación de autos en estas latitudes o que tienen como destino nuestra región. Así mismo, existe una falla en los puntos de soldadura y los respectivos refuerzos, que algunas marcas no los colocan para ciertos mercados para abaratar costos. (...)
Algunos fabricantes de gamas bajas afirman que el mismo vehículo de venta en Europa es el que se ensambla para latinoamérica. Sin embargo para Latin Ncap la realidad es otra. La entidad realizó un comparativo con el modelo Nissan Micra y Nissan March, que de acuerdo con su fabricante comparten la misma plataforma. Utilizando el mismo laboratorio y ‘dumies’ el resultado arrojó que es más seguro el Micra (europeo), mientras que el March del mercado latinoamericano presentó deformación del habitáculo. Caso similar ocurrió con el Renault Sandero, el europeo resultó mejor que el argentino.

¿Qué más hay que decir? La buena noticia es que esto no es común en las gamas altas y que aún tenemos esperanza en los vehículos importados directamente desde otros países, la mala, es que cuestan más dinero.

Probablemente la conclusión razonable es "Lo barato sale caro". Mientras nuestra región carezca de una regulación que proteja a los usuarios de vehículos imponiendo requisitos mínimos de seguridad y los mismos compradores exijan más prestaciones y calidad a los fabricantes, la única salvación será acudir a la conciencia del comprador, una conciencia que tenga claro que al momento de sufrir un percance, ese equipamiento de seguridad de unos cuantos millones de pesos más pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte... Así de simple.

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Artículo Cortesía de El Tiempo:
Las bolsas de aire no son suficientes para la seguridad de los ocupantes en un vehículo
http://www.motor.com.co/vehiculos-motor/seguridad-de-los-vehiculos-en-colombia_13010369-4

Imagen Cortesía de:
Coches 20
http://www.coches20.com/definicion-de-chasis/

miércoles, 7 de agosto de 2013

Crónica: El caso Salamanca

El pasado 12 de julio, el joven Fabio Salamanca se vio envuelto en un desafortunado evento, en el que conduciendo en estado de embriaguez, estrelló con su camioneta un taxi, cegando la vida de dos mujeres y dejando serías lesiones permanentes al conductor.

Especiales Pirry, un conocido programa de periodismo investigativo, realizó una crónica sobre el caso detallando sus antecedentes, medidas y consecuencias desde todos los ángulos compartiendo una serie de interesantes reflexiones que no podemos pasar por alto. Desde Piensa en Motores nos unimos a ése llamado a todos los conductores del país para evitar a toda costa más muertes por combinar el alcohol con la gasolina.