Aprendiendo a conducir profesionalmente

A pesar que hemos mejorado mucho, en Colombia, la normativa para aprender a conducir todavía tiene muchas deficiencias a corregir: Anteriormente, la licencia para conducir prácticamente salía en los paquetes de papas, cosa que llenó nuestras carreteras de verdaderos criminales al volante. Hoy, con la entrada del registro único nacional de tránsito (www.runt.com.co) el proceso para obtener una licencia es más cuidadoso: De hacerse correctamente, requiere que el aspirante realmente haga un curso de conducción y se le valore física y mentalmente antes de ponerse al volante. Sin embargo, el sistema tiene sus fallas y hay ciudadanos "Prácticos" que pasan por alto la normativa y solo pagan por que su información sea cargada al sistema por lo que nuestras carreteras tendrán por mucho tiempo personas no capacitadas conduciendo.

Y aquí es donde entra la cuestión: ¿Qué es saber conducir? Para la mayoría, como nuestros padres nos enseñaron, saber conducir es ser capaz de mover el carro: ¿Lo recuerdan? "Ok, metemos primera, sacamos el clutch y tocamos levemente el acelerador". Saber conducir realmente, para muchos, es solo saber echar el carro a los demás para sobrevivir en la jungla de la ciudad donde el más basto es el que gobierna la calle.

Esa es nuestra concepción, por cierto primitiva, de conducir: Manejar va mucho más allá de saber prender el carro y moverlo, va mucho más allá de saber a las malas con la impaciencia e imprudencia de los conductores de ciudad, para mí conducir (Y usé una opinión personal) es conocer y dominar nuestro vehículo en toda circunstancia (Sea normal o de emergencia), conocer y respetar las normas de tránsito, preservar la vida tanto del peatón como la propia y de nuestros acompañantes en toda maniobra y siendo realmente solidario con otros conductores en la vida facilitando sus maniobras.

¡Eso yo ya lo sé! Podrá pensar el desprevenido lector, y sí, seguramente son cosas que siempre hemos visto y escuchado miles de veces incluso por la televisión... Pero siempre veo lo contrario en las vías de la ciudad... Citemos un ejemplo: Las direccionales. En realidad son pocas las personas que las usan al doblar en intersecciones y realizar cambios de carril y pensar que hay carros que se ven tan bonitos cuando las usan... Pero sí, pasa a ser un elemento meramente decorativo.

Eso no es lo peor, muchas veces me ha pasado que uso la direccional para un cambio de carril y es como si le dijera al vehículo de al lado acelere y no me deje pasar cuando su propósito es precisamente todo lo contrario. Es ahí cuando pienso para mí mismo: Las personas no saben conducir.

Pero bueno, los cambios empiezan por uno mismo, y por eso quiero compartir con ustedes una serie de vídeos que aunque parecen pasados de moda son realmente muy útiles para la conducción diaria... En la siguiente entrada tendremos gran material para discutir.